Bécquer

Dos rojas lenguas de fuego
que a un mismo tronco enlazadas
se aproximan, y , al besarse, 
forman una sola llama;


dos notas que del laúd, 

a un tiempo la mano arranca, 
y en el espacio se encuentran
y armoniosas se abrazan;


dos olas que vienen juntas

a morir sobre una playa
y que, al romper, se coronan
con un penacho de plata;


dos jirones de vapor

que del lago se levantan
y, al juntarse allá en el cielo, 
forman una nube blanca;


dos ideas que al par brotan;

dos besos que a un tiempo estallan;
dos ecos que se confunden;
eso son nuestras dos almas.







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