Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2016

La canción del pirata

Allá muevan feroz guerra ciegos reyes por un palmo más de tierra; que yo tengo aquí por mío cuanto abarca el mar bravío, a quien nadie impuso leyes. Y no hay playa,  sea cualquiera, ni bandera de esplendor, que no sienta mi derecho y dé pecho a mi valor. [...] ¡Sentenciado estoy a muerte! Yo me río; no me abandone la suerte, y al mismo que me condena, colgaré de alguna entena, quizá en su propio navío. Y si caigo, ¿qué es la vida? Por perdida ya la di, cuando el yugo del esclavo, como un bravo, sacudí.

El alma del mundo

Muchos hombres han vivido conforme a sus instintos o sus emociones, a las tradiciones y costumbres de su sociedad, sin haber decidido por sí mismos, sin que su inteligencia se haya emocionado ante la belleza del saber o su corazón se haya estremecido por la alegría del don. Experimentaron pequeños placeres, pero no grandes alegrías. Vivieron unos amores tranquilos, pero jamás esos que desgarran el corazón y lo engrandecen hasta las dimensiones del mundo. Saciaron su hambre sin conocer el éxtasis del alma ante lo Bello y lo Verdadero. Aprendieron un oficio y se ganaron la vida, pero quizá jamás descubrieron esa actividad que les hubiera entusiasmado. Y cuando les llegue la hora de la muerte, se preguntarán: "¿Para qué vivir? ¡La existencia no tenía ningún sentido!"

4

Imagen
But I can't help falling in love with you Ilustración: Sara Herranz (https://es.pinterest.com/pin/313703930279373664)