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Mostrando entradas de enero, 2011

El triunfo de lo imposible

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Cierro los ojos y su imagen flota junto a mi: un loco de dientes sudorosos con una mirada que martillea mi cerebro. Sus manos se extienden y me alcanzan. Y refunfuña todo el tiempo, dice la verdad. La verdad es como una manta que siempre te deja los pies frios; la estiras, la extiendes y nunca es suficiente, la sacudes, le das patadas pero no llega a cubrirnos. Y desde que llegamos, llorando, hasta que nos vamos, muriendo, solo nos cubre la cara mientras gemimos, lloramos y gritamos.

Amor... por otra

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El toca la guitarra, ella... le toca a el.

Rakkaus

Los calcetines amarillos

El top 3 de 2010

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Por votacion popular... de mis grupo de amistades, bastante reducido, por cierto... En tercer lugar: ¡¡¡La caida de Edgar!!! 43 segundos de deleite, crueldad e infinita diversion http://www.youtube.com/watch?v=b89CnP0Iq30 En segundo lugar: ¡¡El tito Mc!! ¿De Vallekas City? No señores, mucho mejor... esta tan bueno que podria ser un prostituto http://www.youtube.com/watch?v=C8-wSs0aSwY Y en lo alto del podio (espero que no tenga vertigo: ¡David after the dentist! ¿No dan ganas de ir a esa clinica? http://www.youtube.com/watch?v=txqiwrbYGrs  Hay muchos mas, pero lo dejo para otro dia porque tengo un sueñazo y una mala leche de no dormir que flepas Cuidado con reiros demasiado...

No te quiero

Y es entonces cuando me doy cuenta de que no te soporto, de que me molesta cada minima cosa que haces. De que no me gusta tu sonrisa, ni tu forma de andar, es mas, me molestan tus abrazos cada vez mas vacilantes, tu forma de preguntarme como estoy, tu interes que se me hace falso. Y evito todo contacto contigo, rehuyo y soy borde y soy cruel y me duele. Pero es que no te aguanto y tus defectos, tan insignificantes como los de cualquier otro, me parecen montañas que no tengo ni tiempo de rodear ni ganas de escalar. No quiero que me hables ni quiero verte, no quiero que me quieras y mucho menos que me beses. ¿Es que no te das cuenta?  Lo he intentado todo y no surte efecto alguno. Cada vez va a mas, porque ya no es que no confie en ti ni que me caigas bien, me das absolutamente igual y no se cuanto aguantare fingiendo. Es cierto que ya no te quiero, pero cuanto te quise.