Principios de febrero 2011

Cuando estas tan enfermo que no te puedes ni mover, griposo, bronquitico, faringitico o acatarrado, convertido en un guiñapo horrible que lo ve todo negro, maldices con saña el frio invierno.
Cuando sudas hasta secarte las carnes y te das crema sobre tu abrasada piel, maldices entonces el condenadamente inclemente verano y su sol implacabe y cruel.
¿Puedes hacer algo por evitarlo? Poco, excepto intentar poner la mejor cara a tanta desgracia fisiologica. Una cosa es segura: tras el invierno llega la primavera como el otoño tras el invierno. ¿Que odiaras entonces? 

¿La alergia primaveral o la melancolia del otoño?

Comentarios

Entradas populares de este blog

So you want to be a writer...

Mi dieta particular