Historia de un asesino

Los inocentes, justamente, deben sufrir... Óyelo bien, Sasha: cuando se castiga a un criminal, la tierra enmudece; pero cuando muere un inocente, no solo la tierra, sino el cielo, tiemblan de indignación.

¿No eres tú inocente? Te comprendo muy bien. Es natural que sufras ahora. Si no sufrieras, serías un canalla, un trasto inútil. Sí, sufre; deja que tu corazón se desangre, bebe el cáliz del dolor hasta las heces, hasta la última gota. Con esto removerás la tierra, despertarás la conciencia de los hombres y los empujarás a la rebeldía.

Comentarios

Entradas populares de este blog

So you want to be a writer...

Mi dieta particular