Paranoia en el dentista

El otro día( y digo "otro día" como quien dice hace un par de semanas...) fui yo a mi dentista, con mi perfecta sonrisa( que ha costado un pastón y mucho tiempo de aparatos y anestesias) y nada más entrar ya va y me dice:-Pero qué mayor que estás...
-Mi yo interno:¡Pero que mayor de qué!Es que estás bizca o qué...Seamos coherentes...Mido 1´50 desde hace un par de añitos ya...No sabes ni cuántos años tengo...¿Cómo coño notas lo mayor que estoy?
-Ella interiormente:Vaya, parece que no le ha hecho ilusión...Estoy perdiendo mi toque...Vamos aprobar qué tal esto...
-Ella: ¡Y qué guapa!
-Mi yo interno: Señoras y señores, se equivocó de armario...
-Yo:...
-Ella: Venga, siéntate que te tengo que poner la contención nueva...
-Yo: ¿Y me va a doler?(Vale, soy una cagada, pero esa mujer me ha arrancado casi todos mis dientes de leche, me ha puesto la tira de aparatitos, me ha huragado la boca de principio a fin y sería capaz de contar sus pestañas de lo cerca que se pone la tía)
-Ella: Bueno ¿Y en qué curso estás?(Mientras me quita la contención y mete el espejito ese en mi boca)
-Yo: Fgimego de basierato
-Ella: Ahh...
-Ela interiormente: Parece que no está muy habladora.
-Mi yo interno: Cállate ya y presta atención, por favor...
-Ella: ¡Uy! Pues parece que tienes sarro,¿eh?Te lo voy a tener que limpiar...Y eso nos va a llevar un ratito...
-Ella:Monólogo sobre el instituto al que no le presté atención.(Cuando me preguntaba algo, yo emitía un ruido parecido a "amhm..."
-Mi yo interno: Y no se calla...¿Intentará ahorrar en anestesia durmiéndome con su monólogo?
-Yo: ¡¡¡Ay!!( Me acaba de perforar la encía con el rodillito ese que suena como cuando rallas una pizarra con la uña)
-Ella: Mira que te quejas,¿eh?Te voy a tener que poner anestesia...
-Yo:¿Cómo que anestesia?No me has dicho que no me iba a doler?
-Ella:No te va a doler, por eso te pongo la anestesia...
-Yo:Osea que tienes intenciones de seguir perforando con eso?
-Ella: Sí ¬¬
Bien,aquí es cuando pierdo el calor y el color en el cuerpo...
Hasta ahora...
-Yo:Mmm...(Lo único bueno del purgatorio este, la anestesia es de menta...)
Y ella empieza a meter algodones en mi boca.Uno,dos,tres,cuatro...
-Mi yo interno:Contemos, los algodones para la saliva y la sangre(puaj), el secador este guruguru para lo mismo, el rodillito y las manos de la mujer esta...¿Y yo por qué llevo mochila cuando entra tanto ahí dentro?
Y después de unos interminables minutos, llega mi madre, aunque eso no suponga ninguna diferencia para mí...
-Mi madre:Hola, ¿qué tal?
-Mi yo interno:Vale,muy bien, muy educada, ¡Pero cómo se le ocurre preguntar algo con la verborrea de esta mujer que tiene medio dentista dentro de MI boca y cuando me encuentro en este estado de semi-muerte.
(Ah,claro. Se me ha olvidado decir que no me deja poner la lengua bien, como es lógico por otro lado,más que nada por el arma letal esa y además, no entra ni de coña)
-Ella: Pues muy bien, estábamos aquí...
-Mi yo interno: Dónde si no...
-Ella: Con Elena...
-Mi yo interno: ¿Ves a alguien más aparte de mutante de la boca descomunal?¬¬
-Ella: Hablando del bachillerato y de las clases...
-Ella interiormente: Jódete, a ver como lo niegas,muajajajaja...
-Mi yo interno: Si te crees eso es que no eres mi madre.
-Mi madre:Ahh...si
-Mi yo interno: ¡Sí!Elena 1,Elena dentista 0 (aciertas, se llama como yo...)¡Yijaaaa!
Aquí es cuando mi madre y ella entablan un apasionante diálogo sobre problemas y cotilleos absolutamente intrascendentes.
De vez en cuando decían un "chascarrillo", y a base de mis movimientos de cabeza interpretaban su error.
Ya empieza a medir y cortar la contención nueva(la de antes era un alambre y ésta tiene aspecto de hilo,en fin...)
-Ella:Pero abre bien la boca que te tengo que poner y secar el pegamento.
-Mi yo interno:Yo la mato...Pensemos...¿Cómo pretendes que abra MAS la boca si eso es materialmente imposible, podría morir por desencajamiento masivo de mandíbula o algo así...
-Yo:Agg
-Ella:Así mejor...
-Ella interiormente: Y ya son 235 muelles los que le he puesto a esta niña...la lara lara...
Después de un rato...
-Ella: Pues ya está.
-Yo:Vale.
-Ella:Quedamos en 120€,¿no?
-Mi madre:Sí.
-Mi yo interno,completamente alterado, fuera de sí, como con litros de cafeína encima:¿120€ por un maldito hilito y dos horas de sufrimento?¡Ella debería pagarme a mi!
Y va y muere mi yo interno del dentista por infarto.
Recemos por su ausencia de alma...
Amén.