Verano 2017
Hacer una maleta y evaporarse. Hacer una maleta y desaparecer, diluirse, preguntar a las calles por la dirección que acariciamos con la punta de los dedos. ¿Hacer una maleta por cuánto tiempo? Si el tiempo se difumina entre camas de hotel, el tránsito de tren se mueve a ráfagas, como los veloces fotogramas de una verbena con amigos. Tiempo de disolución, tiempo de ideas vagas, ideas ultraligeras que huyen como lagartijas. Es imposible escribir todo lo que vemos. Y aquello que tocamos permanece con la belleza de las cosas intocables.