Bienvenido otoño

Es tan placentero abrazar la tacita de té caliente cada tarde. Dan ganas de concentrarse, de explorar, de llevar a cabo mil y una ideas. De alguna forma hay que evadir la mente, coger otras armas, narrar nuestra visión de lo que nos rodea.

Menos mal que a veces la ineficacia se retrata a sí misma.

Recorremos el Parque del Retiro mezclándonos con las ramas, la hierba y el cielo aterciopelado. Nos sumergimos entre los árboles con un buen libro en mano. Aquí empieza el camino.


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